Que Sea Lo Que Sea

Hay un plan perfecto para cada uno, sólo hay que animarse a confiar.

¿Cómo nos sentiríamos si, para cada cosa que nos pasa, desde lo más insignificante hasta lo más trascendente o doloroso, nos dijéramos: “Es exactamente lo que tenía que pasar y como tenía que pasar”?

En mi experiencia, es un camino de aprendizaje diario, pero que trae efectos inmediatos muy positivos. Tiene que ver con abrazar lo que nos trae la vida. Algunas veces cuesta más que otras, pero, ¿y si pensamos que siempre hay un plan perfecto para cada uno? Hay que animarse a confiar.

Siempre fui crítico del intento de justificar las cosas con el simple “por algo será”. Me parecía una postura pasiva, de cierta pereza mental.

Pero, quitando esta connotación, creo que, bien entendida, hay compatibilidad con una postura más activa o “voluntarista”. Tiene que ver, sencillamente, con aceptar aquello que nos excede. Y esto implica una actitud activa, de humildad, valentía, madurez y sabiduría, que, además, nos brinda bienestar.

Querer controlar todo no tiene que ver con tomar una actitud activa, sino con una falta de humildad y madurez (al arrogarnos una capacidad inexistente), combinada con miedo al fracaso (que, inocentemente, creemos que el control evitará). Y esto solo trae sufrimiento. El intento de control conduce al descontrol. Soltarlo conduce a vivir en armonía. No significa resignarse, sino aceptar las cosas como son. Y esto, por cierto, implica un trabajo más difícil, el de controlar nuestra mente.

Sí es importante ser intencionales y consecuentes con nuestros actos. Para lo que esté en nuestro control, darlo todo. Pero también desarrollar nuestra humildad para volvernos más sabios y entender que no hay un único camino para lograr las cosas, y que lo jugoso es poder también incorporar los aprendizajes del camino, tomando una postura más flexible y compasiva con nosotros mismos.

Poder decirnos que lo que nos ocurre es como tenía que ser termina resultando un alivio, y nos permite tomar mayor conciencia del presente, con mayor gratitud con la vida que tenemos, curiosidad por lo que vendrá, y mayor entrega y apertura hacia los nuevos aprendizajes que nos traerá.

Hay un plan perfecto para cada uno, solo hay que animarse a confiar.