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Quien Escribe

Introducción

Me presento brevemente para poner cara a quien escribe.
Mi objetivo es simplemente dejar registro de lo que voy sintiendo y pensando.

Como ya anticipé, lo hago sin ánimos de aparentar una realización personal que aún estoy lejos de lograr.
Lo que escribo es el resultado de un gran proceso transformador que vengo transitando hace un buen tiempo, buscando acercarme cada vez más a la persona que quiero ser.

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Me Presento

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Soy Facundo. Nací en Buenos Aires, en Octubre del 96, escorpiano. Me gustan los caballos, la naturaleza. El buen paisaje, me quedo con el campo. Me gusta mucho escribir. De todo esto surge La Nativa Reflexiones.

Me identifico como una persona de buenos principios y valores, de buena madera. Eso lo heredé, no es mío. Leal, fiel, incondicional, y muy noble.

Muy auténtico, tengo claro qué me gusta y qué no. Soy una persona apasionada, muy romántico. Inquieto, muy busca, y con mucho carácter y entrega.

Resiliente, con mucha capacidad de adaptarme al cambio y transformarme.

De fuertes convicciones, con lo bueno y con lo malo. Si algo no me gusta, digo lo que pienso, y apuesto a la buena comunicación.

Luchador, muy tenaz y determinado. Para que baje los brazos me los tienen que cortar, me he dicho muchas veces a mí mismo. Hasta ahora no me los han cortado, disfruto de escribir ja…

Soy laburador, comprometido y disciplinado. Ambicioso, independiente, autodidacta, resuelto y pragmático, sagaz. Sensato, curioso, valiente y audaz, con un alma muy libre, y mucha sangre en las venas. Me encanta aprender y mejorar como persona, en cualquier aspecto; mente, cuerpo y alma, no hay una sin la otra.

A pesar de ser muy cerebral por momentos, también soy muy sensible. Cada vez más cerca de convertir en un don lo que en algún momento consideré una debilidad. Hoy puedo decir que disfruto mucho de mi sensibilidad, me da mucho más de lo que me quita.

También tengo mi lado oscuro, como vos. Lo llevo muy presente y trabajo en eso.

El mío es ser intolerante e impaciente. Controlador. Inconformista, muy exigente conmigo mismo y, por extensión, con los demás. Rígido, por momentos. También un poco soberbio o arrogante, a veces prepotente, muy desafiante y combativo, planto mi bandera. Orgulloso, discutidor, un poco manipulador. Todavía no pude lidiar con la frase “mejor tener paz que tener la razón”. Me cuesta aceptar miradas distintas, aceptar límites, aceptar un “no” como respuesta. Le tengo miedo al fracaso, no me gusta perder a nada.

Se hizo larga la lista de supermercado, pero creo es un buen ejercicio reconocer las luces y sombras en cada uno.

Me gusta la soledad, llenarme de momentos para mí. Escribir, pensar, leer. Crearme momentos de puro disfrute, desde salir a comer solo, ir al cine, hasta prepararme meticulosamente un buen mate y leer lo que me gusta. Soy el mejor amigo que tengo, aunque tengo muchos amigos, todos bien elegidos, soy selectivo. Toda gente de primer nivel y de mucha confianza, muy valiosa. Soy un gran afortunado. Me gusta recibirlos, atenderlos bien. Crear momentos, estar en los detalles. Que no falte nada.
Me gusta mucho la música, disfruto bailar. De todo un poco.

Mis listas de música están armadas artesanalmente, para cada momento. Primero, Jorge Drexler, qué decir, el poeta que mejor canta en el mundo. Segundo, Jorge Drexler, el cantante que mejor poesía escribe en el mundo. Se lo debo a mi gran amigo Mate, en su casa se escuchaba a Jorge. Tercero, Ludovico Einaudi, pianista único, quien ha sacado lo mejor de mí en muchos momentos, me llega al alma como pocos. Salsa cubana, género único, nunca logré que a mi gente le genere lo que me genera a mí, se lo pierden; eso sí, debe acompañarse de un rico gin tonic y un buen cigarro, y es inevitable que lo siga una sonrisa… Música tech-house, la bailo mucho. Folklore argentino, me transporta a cosas únicas. El campo, los caballos, mi viejo, chimenea prendida, un mate, un libro. José Larralde, sobre todo. Unos buenos blues y algo de jazz también acompañan muy bien algunos momentos especiales bien acompañado. Ray Charles, Buster Benton, B.B. King, y algo de John Coltrane, Norah Jones. El reggaetón también hace lo suyo, sobre todo para hacerme bailar. Por último, al amigo Bob Marley no lo podemos dejar afuera. Sea cual sea tu estado de ánimo, él se encarga de elevártelo.
Me gustan mucho los deportes. Jugué muchos años al rugby. Después al futbol, boxeo, tenis, natación. Todos me enseñaron algo distinto.
Me encantan las finanzas. La política, la filosofía, el derecho. Pero lo que me apasiona es la economía, la economía política.

Me gusta estudiar por mi cuenta. Cuando me dicen qué estudiar me deja de gustar.

A mis 18 y 20 años viajé de mochilero por el mundo por períodos de seis meses, ganándome la vida como fuera posible, primero por Europa y después por Latinoamérica, de Argentina a México. Para curtirme un poco más, conocer el mundo, otras culturas, gente distinta, y desafiar mis propios límites. Trabajé de todo, limpiando barcos, lavando platos, de mozo, de barman. Hasta me independicé vendiendo trufas y empanadas caseras, hechas por mí, claro. Logré hasta que me contraten para un evento, no me pregunten cómo. Todas experiencias realmente invaluables, forjaron mi carácter. También, a los 21 años trabajé en Sudáfrica, experiencia corta pero que dejó su huella. Mis laburos en Buenos Aires fueron también de los más diversos. Mientras estudiaba, trabajé en cocinas, en restaurantes, fui repartidor de verduras, vendí purificadores de agua, co-emprendí una distribuidora de vinos con un gran amigo, entre otras cosas.

Formo parte de una muy linda familia. Soy el segundo o tercero de cinco hermanos, todavía me peleo por ese puesto con mi melliza (soy el segundo). En mi casa nunca faltó nada, pero tampoco sobró nada. Fue el mejor equilibrio. Me educaron muy bien en valores, fue más que suficiente.
Estuve dos veces de novio, con la misma mujer, cinco años en el transcurso de siete, la única mujer importante en mi vida hasta ahora. Gran mujer y persona.

Me encanta la idea de compartir mi vida con una mujer.

Yendo a mi historia reciente, soy Economista, y laburé los últimos 3 años en banca de inversión en un banco americano, en Buenos Aires. Laburo increíble, desafiante y de mucho aprendizaje, pero muy absorbente, incompatible con una vida de múltiples intereses, y muy difícil de soltar. Después de una decisión que me costó mucho tomar, renuncié. Paré 5 meses a descansar y repensar mis próximos pasos, después de un año particularmente intenso, muy desafiante emocional y psicológicamente, pero que me ayudó a hacer un cambio radical en mi vida, y que agradezco MUCHO.

Me transformé tremendamente, sobre todo a nivel espiritual y mental, un cambio muy positivo, de esos “clics” que posiblemente se dan poco en la vida, y que hay que valorar. Cambié mi forma de vivir la vida, mucho mas atento a mis emociones y a los mensajes que me manda el cuerpo. Con más ocio y descanso. Más atento a reírme de mí mismo, quitándole peso a las cosas que me pasan. Y, sobre todo, atento a identificar a mis personajes; los que me llevan a divertirme, fluir, sonreír y bailar, y el que es juez de todo, quiere controlar todo (lo queremos rajar a la mierda a ese, pero es hábil el hijo de puta, siempre encuentra la forma de aparecer); entre varios más (hay cada uno…). Intentando, también, recuperar a mi niño interior, que ha sido muy descuidado por muchos años (con sólo escribir esto el cuerpo habla, y las lágrimas aparecen; buen síntoma). Aprendiendo a delegar en el Departamento de Recursos Humanos mis emociones. Ahí tenemos que contratar a unos cuantos, estaba olvidado. En el Departamento de Legales y Enrosques Varios queremos recortar, no hay presupuesto y, además, rompen las pelotas, hacen todo más complicado y, para colmo, absorben energía. En el Departamento de Finanzas vamos a dejar sólo a uno, suficiente. En el Directorio va a estar el corazón, el que tiene la última palabra, que analizará las decisiones del CEO, mi mente, que como sierva es brillante, pero como patrona hace macanas.

En fin, decidí entonces moverme a Madrid, a estudiar más Economía, y me enamoré de esta ciudad. Ahora volví a las finanzas, inversiones, lo que quería y donde quería. Recargado, con las ideas más ordenadas, ¡¡y en Madrid!! Qué más puedo pedir…

En paralelo, en mis ratos libres, empecé a formarme en Diseño de Paisajes, algo que me apasiona y algún día ejerceré. Me encantan las plantas, las flores -me gusta regalarlas para conquistar a quienes me conquistan-, combinado con el aspecto estético o creativo detrás de un paisaje o un jardín. Cosa de familia, el fruto no cae muy lejos del árbol, dicen.
Cada experiencia me hizo quien soy, y no puedo estar más agradecido a la vida de cada cosa que viví. Muy agradecido de la vida que tengo y la gente que me rodea.

¡¡Y ansioso por seguir viviéndola!!
Espero disfruten este espacio como yo disfruto de crearlo.

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La Nativa Reflexiones

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Madrid, España

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